Esta mañana se ha presentado el esperado nuevo trabajo de los malagueños Tabletom, "Sigamos en las Nubes", en el Museo Interactivo de la Música, en Málaga.
Ya sabéis que BaMax se dedica principalmente a cubrir eventos musicales que se producen en nuestra comarca o en los que estén involucrados artístas de aquí, pero de vez en cuando y de forma muy especial me gusta desplazarme para traeros noticias interesantes, y esta era una de ellas, además, como fan que me considero de Tabletom, no podía faltar.
En la convocatoria también se ha dado a conocer una nueva discográfica, malagueña, 360º Música. Una empresa de música integral que parte de la base de la necesaria defensa del copyright y los derechos de autor. Esta nueva empresa no pretende sólo difundir el contenido musical, si no llevar a cabo la gestión necesaria de una forma rentable dentro de la nueva industria cultural. 360º Música será la empresa encargada de distribuir el nuevo álbum de Tabletom, junto a la también malagueña Kankana Records.
A continuación Pedro Ramirez y Roberto González (Rockberto) comenzaron a presentarnos su nuevo trabajo.
Como novedades más reseñables en "Sigamos en las Nubes" podemos destacar el hecho de que por primera vez los hermanos Ramírez cantan en un disco de Tabletom y que es un trabajo en el que los malagueños han evolucionado hacia un sonido más jazzístico. Por lo demás, todo sigue igual en cuanto a contenido musical se refiere.
Porque una cosa ha quedado clara en la presentación del disco, y es que Tabletom siempre "seguirá en las nubes". Unas nubes en las que llevan inmersos más de 30 años, convirtiéndose en un grupo de culto para todos los amantes de lo genuíno y lo auténtico. Un estándarte de lo malagueño, que se ve representado fielmente en la filosofía de vida de Rockberto, carismático, de ausencia momentánea y siempre enigmático vocalista de un grupo que se ha mentenido fiel a sus principios como ninguno, y que a estas alturas de la película ya no esperan nada más que disfrutar tocando, componiendo, actuando y ofreciendo su música a todo el que quiera acercarse a ella.
En "Sigamos en las Nubes" Rockberto, sin dejar de estar ahí, cede protagonismo a los hermanos Ramírez (Perico y Pepillo) dando cuenta de su alta cualificación musical en jazz, rock y clásica. También toman protragonismo las letras del poeta Juan Miguel González, al que se le puede considerar el cuarto miembro de Tabletom, que con temas como el "Blues del Ozono" protesta contra el cambio climático de una forma muy singular, con una letra escrita hace 20 años, cuando todavía nadie hablaba de ello.
Paseando por el disco, nos encontramos con la fuerza del funk-rock de "Sigamos en las Nubes" con los guiños de blues-jazz a lo Miles Davis de la mencionada "Blues del Ozono", con el rock progresivo mezclado con bulerías de "Mimosas y Acacias" que recuerdan al primer disco, aquel fantástico "Mezclalina". Con el toque flamenco-rumba-tabletoniano de "Nadie Más (Oda a un Hidalgo Andaluz)" en la que colaboran Los Delinqüentes con su siempre identificables voces.
En "Casa Cumpián" vuelven a ser los Tabletom de siempre, haciendo una oda a la marihuana, al hachís y a la amistad. No podía falta en un disco de Tabletom un tema reggae, y con "A Veces Pienso" se pasean por Jamaica jazzeando. "Mi Niña Vuela" es una canción hecha por Pedro Ramírez a su hija pequeña, cuando ésta cayó por la ventana y no le pasó nada, denota sensibilidad y sentimientos paternos. "El Cemento de los Concejales" nos suena a rock urbano de toda la vida. Y no podía faltar el homenaje a Rockberto con el "Blues Rockberto", aunque este lo llame bolero, como a él le gusta llamarlo. Cierra el disco un isntrumental con voces instrumentales, con toques de clásica, flamenquito y sinfonía: "Gloria" como si de una película se tratara, magnífico para un final.
En este disco han participado junto con Tabletom: Pepe Bao, bajo; Los Delinqüentes, voces; Tony Romero, piano; Teto, percusión; Joaquín Migallón, batería; Ramoné, guitarra; José Marín, guitarra; y se ha grabado en los estudios Artesonao, el estudio de Miguel "El Gamba" de los Montes de Málaga, un lugar idílico.
Es un disco que apuesta sin miedo por el cambio, arriesgado pero sin perder nunca ese sello que Tabletom siempre le pone a todo lo que hacen.
Como bien indica en el interior del cartón, "100% Producto Tabletom".
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